Historia de la Seguridad Pública (Nota 1), por Hugo Ignacio Silva - Comisario Inspector (R.A)

HISTORIA DE LA SEGURIDAD PÚBLICA
con especial referencia a la Provincia de Buenos Aires (Nada se quiere si antes no se conoce)

 

NOTA 1:
Desde la Fundación de Buenos Aires hasta la Revolución de Mayo

La historia de la seguridad pública en esta Provincia, comienza en el año 1580 con la fundación de  la ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María de Buenos Aires y con el nombramiento otorgado por Juan de Garay a Don Rodrigo Ortiz de Zárate y Don Gonzalo Martel Guzmán como alcaldes ordinarios “para que hagan y administren justicia” y seis regidores “a los cuales y cada uno de ellos doy entero poder”.  Designando de este modo a las primeras autoridades.

Juntamente con estos nombramientos se instaló una institución típicamente hispana, árbol de justicia, llamada picota, que simbolizaba justicia y donde se sujetaban personas para ser castigadas de un modo u otro.

Al crecer la ciudad debió comenzar la actividad de represión del contrabando y defensa de los habitantes por posibles ataques de piratas.contrabando y defensa de los habitantes por posibles ataques de piratas.

Más tarde en 1605 comenzaron a actuar los Alcaldes de Hermandad, funcionarios que cumplían labores de policía rural o de campaña. Sus colaboradores se denominaban cuadrilleros, también los pobladores de las distintas zonas debían colaborar con los Alcaldes.

En la ciudad actuaba el Alguacil Mayor, miembro del Cabildo, con funciones de custodiar a los presos en la cárcel y también funciones preventivas. (antecedente de los actuales servicios penitenciarios).

Fue un Alguacil , Don Domingo de Guadarrama, el primer caído en cumplimiento del deber el 11 de abril de 1614. Su misión estaba relacionada con la represión del contrabando. (nada nuevo bajo el sol).

 

La época Virreinal – Comienza el 15 de octubre de 1777.

El primer Virrey fue don Pedro de Cevallos, su gobierno fue breve, sin embargo durante su período:

  • Se crearon la aduana de Bs. As y Montevideo.
  • Se elevó a ocho el número de Alcaldes de Hermandad (cuatro de ellos para que residan en las zonas donde hubiese necesidad de auxilios).

Fue sucedido por Juan José de Vertiz y Salcedo, durante su gobierno se concretaron múltiples progresos, en lo concerniente al orden policial:

  • Se combatió la delincuencia e inmoralidad estableciéndose precisas reglamentaciones.
  • Se recabó colaboración de vecinos o comisionados para cooperar con los alcaldes.

El siguiente Virrey Cristóbal del Campo, Marqués de Loreto se destacó en  distintos aspectos:

  • Nombró 20 Alcaldes de hermandad.
  • Cuando la situación lo requería se designaban Comisionados Especiales, con atribuciones  para apresar, escarmentar, instruir sumarios, recibir declaraciones etc. 

La Reales Audiencias eran  tribunales superiores encargados de dictar justicia, la primera fue breve, pero la segunda, establecida en abril de 1783 tuvo especial trascendencia. A ella correspondía “el conocimiento de Cédulas  Reales. Era presidida por el virrey y estaba integrada por un regente, cuatro oidores y un fiscal.

El Virrey Don Nicolás Arredondo se encontró con un aumento considerable de población y el florecimiento del comercio. Lo que complicaba el mantenimiento de la adecuada vigilancia.

  • Se elevó a 20 el número de alcaldes de barrio.
  • Se autorizó el nombramiento de 16 vecinos por manzana para que por turno, rondaran de noche.
  • Se prohibieron juegos con agua y harina para carnaval y  fuegos de artificio.
  • Se obligaba a los contraventores a trabajar en el empedrado.
  • Se prestó especial atención al comercio de cueros y ganado. Los controles de las marcas, los realizaban los alcaldes.

En los siguientes Virreinatos se crearon los cargos de Intendente de Policía y Diputado de Policía con funciones de ordenamiento edilicio y urbano. Casi no tuvieron actuación en la campaña. Sus acciones carecen de envergadura.

Para colaborar con los Alcaldes de Hermandad se crearon las denominadas Partidas Celadoras.

Durante la época de las Invasiones Inglesas y previo a la Revolución de Mayo, a la tarea policial específica se agregaron misiones especiales de carácter secreto destinadas a vigilar sospechosos y posibles enemigos del régimen vigente.

 

Desde la Revolución de mayo hasta 1821

El problema de reorganización judicial se planteó desde el primer momento.

Se mantuvo en el cargo de Juez Diputado de Policía a Don Andrés Dominguez.

A los 17 días de gobierno la Primera Junta publicó un bando sobre orden público donde expresaba que “al habernos elegido os habéis sujetado a nuestro gobierno y debéis estar obedientes a nuestros preceptos” más adelante decía  “Siendo un deber sagrado de su instalación  perseguir los delitos y a los malvados”.

Sin embargo los desórdenes en la campaña se agravaban y se dispuso que el Coronel Pedro Andrés Gracia saliera en operaciones y resolviera sobre la marcha.

El cabo de blandengues Francisco Ramírez –el “supremo entrerriano”-, de brillante actuación durante las Invasiones Inglesas mantuvo funciones al frente de la Partida Celadora.

La mayoría de los alcaldes continuó en su puesto en los partidos de campaña.

Ya establecido el Triunvirato se produjo la cesación del tribunal y se dio una situación especial en cuanto a la conducción de la gestión policial.

Ante los innumerables robos y otras acciones delictivas, se designó a Miguel de Irigoyen como Intendente de Policía quien debía ajustar sus funciones al decreto de seguridad  que se había dictado en noviembre de 1811.

A requerimiento del Cabildo el Triunvirato convino en constituir un Gobernador-Intendente pero se comenzaron a producir roces entre él y el Intendente de Policía. Tomó intervención ante el conflicto el Triunvirato y  determinó que la incumbencia de este último abarcaba el territorio de la capital y sus arrabales.

Por el aumento de hechos delictivos se crea una Comisión de Justicia, con la que colaboró en su tarea represiva la Partida celadora de la policía.

Al asumir el segundo Triunvirato se reemplaza al intendente de policía. El teniente coronel Moldes se hizo cargo de sus funciones y tuvo preponderante actuación en el Primer reglamento Provisional de Policía.

El 3 de marzo de 1820 se  realiza una importante reunión en la que se llegó a la conclusión de que la Institución “Intendencia de Policía “era inútil y perjudicial pues no ha mostrado ventajas y en cambio ha complicado la administración de justicia”. Más tarde se nombró diputado de policía al regidor Miguel Mármol Ibarrrola, al reemplazar a este funcionario se inicia la clausura de una etapa cuando durante el gobierno de Martín Rodríguez con Bernardino Rivadavia como ministro de gobierno, crea (diciembre 1821) la POLICÍA DE LA PROVINCIA DEBUENOS AIRES.

Se procede a la abolición de los cabildos, se crea un departamento de policía y se establece el cargo de jefe de policía.

 

Desde Rivadavia hasta Rosas (1821-1829)

Superada la etapa de la anarquía el país fue avanzando hacia la organización.

Generalmente los cambios de la administración de justicia son paralelos a los de la organización policial.

 

División en departamentos

Con la asunción de Don Joaquín de Achaval como Juez Diputado de Policía comienza la etapa previa a la institución moderna.

El territorio de la campaña se dividió en cinco departamentos. No obstante las medidas tomadas las fuerzas policiales eran insuficientes.

Durante el ministerio de Rivadavia se dispuso que se remitieran a su departamento todos los antecedentes relacionados a la Policía. Quiso imprimir cambios profundos al sistema.

Se dicta una ley trascendente: la Nº536. (24 diciembre 1821). Uno de sus artículos dice: la policía alta y baja, inspección de mercados y abastos en todo el territorio de la provincia estará a cargo de un jefe de policía, de seis comisarios para la capital y ocho para la campaña.

 

EL PRIMER JEFE DE POLICÍA

Se nombra al ex regidor don Joaquín de Achaval  como Jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Fue uno de los mejores funcionarios de la época. Se dictaron, durante su mandato,  gran cantidad de normas y ordenanzas.

Se continuó con la designación de Jueces de campaña,  posteriormente fue creado el cargo de médico de Policía, el nombramiento recayó en el Dr. Carlos Durán.

 

El sello de la Institución

Achaval solicitó la confección de un sello a fin de evitar falsificación de documentos. Era de bronce, circular, de 32mm de diámetro con la leyenda Policía de la Provincia de Buenos Aires. Tiene entre otros la figura de un gallo, símbolo de vigilancia.

 

Supresión de comisarios de Campaña

Fue por razones de economía, derivó en protestas de los habitantes de la campaña. Posteriormente se da la rectificación con la restitución de servicios y la redacción de un  Reglamento.

Se sucedieron asiduamente variables políticas que incidieron en el desenvolvimiento de la Institución Policial, los jefes de policía también cambiaban con asiduidad, sin tiempo para propiciar cambios de fondo.

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